Volver al sitio

Pesadillas y Terrores nocturnos ¿Es lo mismo o nada que ver?

· Bebe y niño,sueño,crianza

¿A que el nombre “Terror Nocturno” suena ¡Terrorífico!!!?... Pero ¿sabes que es? ¿sabrías diferenciarlo de una pesadilla?

No tengas miedo de estos problemas de sueño, vamos a conocer un poco sobre ellos para saber diferenciarlos, ya que el distinguirlos nos indica la mejor manera de ayudar a nuestros niños cuando esto les sucede, así que ¡Aquí va!

Primero es importante saber cómo es el sueño infantil por la noche:

El sueño va por ciclos, tu niño pasa por 3-4 o más ciclos de sueño. Estos ciclos tienen un patrón similar, excepto que a lo largo de la noche se incrementa la cantidad de sueño REM (cuando soñamos) y disminuye la cantidad de sueño profundo.

Es por esto que, los trastornos del sueño que suceden durante el sueño profundo se dan en la primera parte de la noche (en las primeras 3 horas después de irse a dormir). Los trastornos del sueño que se dan durante el sueño REM suceden ya más avanzada la noche.

Las pesadillas ocurren cuando el niño está soñando. ¡Exacto! durante el sueño REM. Cuando los niños tienen una pesadilla, buscan tu ayuda y te reconocen al verte. Pueden recordarla o al menos una parte de ella pero les tomará un tiempo volver a dormirse ya que deben sacar los pensamientos que les dan miedo de su cabeza.

Las pesadillas son bastante comunes en una parte de su desarrollo, suelen ser más constantes entre los 2 a 3 años cuando el niño tiene mucha imaginación y a su vez tienen problemas en distinguir la realidad de la fantasía. Además pueden ocurrir más después de eventos difíciles o cuando los niños reviven un trauma.

Los terrores nocturnos suceden durante el sueño profundo, normalmente en la primera parte de la noche, durante las 2-3 horas de que se fue a dormir. Cuando el niño está experimentando un terror nocturno puede gritar o parecer muy ansioso. Hasta puede sudar, tener aumentar el ritmo de los latidos y está inconsolable. Normalmente tiene una duración de 5 a 15 minutos y luego cede.

La “buena noticia” es que es algo más aterrador para los padres que para el niño que en realidad está en un sueño profundo y no lo recuerda.

Los terrores nocturnos pueden ocurrir por un hito de crecimiento y se dan en aproximadamente un 5% de los niños. Además que un niño puede tener más tendencia a tenerlos si uno de sus padres los tuvo o fue sonámbulo. Otros motivos que pueden aumentar la probabilidad de padecerlos son: la falta de sueño, un desorden en los patrones de sueño, estrés que cause un fuerte cambio en su horario de dormir (como viajar a una distinta zona horaria, apnea del sueño o fiebre).

¿Qué tal? ¿Te queda claro ahora? ¿A que son muy diferentes uno del otro? Y recuerda que si tienes algún problema de sueño, y necesitas que te ayude y te acompañe en el proceso de guiar a tu niño a que aprenda a conciliar el sueño por él mismo escríbeme a:

yadormimos@gmail.com

y yo ¡¡¡más que encantada!!!

¡Buenas noches!

(Hoy y siempre)

Tami

Las recomendaciones de este artículo son una adaptación del escrito por Kim West, LCSW-C, The Sleep Lady. www.sleeplady.com