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Aprendiendo del fracaso

· Bebe y niño,crianza,Consejo

¿Sabías que es educativo permitir que nuestros hijos se equivoquen?

La semana pasada te decía de lo bueno que es aprender a hablar el idioma de nuestros hijos para acompañarles y ayudarles mejor. Esto incluye el cómo actuar con nuestros hijos ante las diferentes situaciones que se van presentando en la vida.

En esta ocasión te traigo una de las conferencias del congreso que se tituló: “Be the best parent you can be” (Sé el mejor padre que puedas ser), labor que Jeanne-Marie Paynel de Voilà Montessori hace al traer a diferentes expertos que hablan sobre diferentes temas de interés para la crianza. Este tipo de congresos tienen un formato curioso, es Jeanne-Marie quien entrevista por videoconferencia en esta ocasión a Jessica Lahey y así quienes nos suscribimos, podemos verlo por unos días completamente gratis y ya después si te interesa tener los audios los puedes comprar (muy útil porque los puedes escuchar mientras haces otras cosas).

Para Jessica Lahey, profesora, el tema del fracaso, y lo perjudicial de las recompensas comienza cuando se da cuenta de cómo sus alumnos y sus hijos van perdiendo el interés por aprender… Y es que resulta que hay muchos estudios que dicen que el dar una recompensa al alumno por aprender (por medio de la nota/calificación) los condiciona a que se esfuercen por conseguir esa recompensa y no por el puro deseo de aprender. Esto es contradictorio si nos ponemos a ver que el ser humano es curioso por naturaleza y que el aprender ya debería ser suficiente motivación por sí misma.

Por otro lado, es sano que si tenemos alguna frustración o fracaso, tengamos la oportunidad de reflexionar sobre ello, sobre cómo podemos hacerlo mejor… Los errores son oportunidades para aprender.

¿Y en casa que podemos hacer? ¿Cómo podemos ayudarles a sobreponerse a la frustración, al fracaso, a equivocarse?

-Nosotros somos sus modelos: Si nuestros hijos ven que nosotros nos fijamos metas, luchamos por conseguirlas, que nos sobreponemos cuando algo sale mal, es lo que ellos van a aprender.

-Aceptar que nos equivocamos: Igualmente aquí hacemos de modelo a nuestros hijos, que ya saben que no somos perfectos, que si nos equivocamos ponemos la solución a esto y no nos quedamos sumergidos en el error.

-Evitar las etiquetas o una mentalidad fija: Es muy perjudicial etiquetarte de ser el inteligente o no. Y esto es porque si tu etiqueta es la de inteligente, puede provocar que no se atrevan a arriesgarse a algo en lo que no se sientan muy seguros por miedo a perder su etiqueta… Y por el otro lado si te crees que eres el no inteligente, ya ni lo intentas. Cuando lo que es verdad es que a cada quien se le facilitan más unas cosas que otras y que si te das la oportunidad de explorar las diferentes opciones y perseveras finalmente lo logras.

-Hacer sentir a los niños que son parte de la solución y no del problema: Es verdad que si hay algo que a la mayoría de las familias nos cuesta es el salir a buena hora para llegar al cole por ejemplo. Pero si nosotros logramos hablar con nuestros hijos sobre qué soluciones se les ocurren para que el proceso de prepararse para ir a la escuela sea más fluido. Ellos proponen y hacen la solución suya, todo irá mucho mejor.

-Quitarnos el perfeccionismo de que las cosas queden justo como las queremos y pensar en el largo plazo en vez de en solucionar las cosas en el instante: Para esto pone el ejemplo de llenar el lavavajillas/lavaplatos, si nosotros nos ponemos muy exigentes en cuanto a cómo queremos que vayan los platos y no tenemos la paciencia para que nuestros hijos aprendan a hacerlo ayuda mucho pensar en: ¿Cómo quiero que la acomoden en un año? Y es así como nuestra perspectiva cambia y los podemos ayudar a que aprendan algo que irá con ellos toda su vida y que además hará que se sientan que su participación en casa cuenta.

-Quitar peso al valor de las notas/calificaciones: Es verdad que dependiendo de la escuela a la que vayan, las notas tienen mucho peso. Pero desde casa es muy bueno cambiar el enfoque, para empezar no poner las notas/calificaciones en la nevera/refrigerador, hablar sobre lo que han aprendido, sobre sus dificultades y cómo solucionarlas.

-Darles autonomía y control sobre los detalles: Esto es algo que va evolucionando con la edad. Y aunque por un lado esto es importante, también lo es el darles una guía, un ejemplo que me encanta sobre esto es: hace frío, la pregunta no es: ¿Quieres usar gorro?, la pregunta sería: ¿Quieres usar el gorro azul o el rojo?... Esto da al niño la sensación de controlar los detalles pero a la vez lo hacen en algo en lo que nosotros sabemos que es apropiado para ellos. Cuando son mayores es muy bueno animarles con palabras con significado como: “¡Vamos, sí lo puedes hacer, mira como lo hiciste aquí… tú tienes la habilidad de hacerlo, vamos!”

-Demostrarles que los queremos a ellos y no a sus actitudes: Es importante apoyarlos en sus elecciones y no sólo en lo que nosotros creemos que es lo que deben hacer. Si nosotros mostramos nuestro apoyo por lo que para ellos es importante, les enseñamos que nos importan, que pueden confiar en nosotros. Además que así propiciamos que nos cuenten sus inquietudes porque saben que nos interesan.

-Permitirles arriesgarse: Si tu no dejas que tu hijo se arriesgue desde pequeño, es muy probable que se haga mucho más daño a que si dejaste que él mismo viera lo que pasaba cada que tomaba ciertos riesgos. Un ejemplo: No dejas que trepe árboles cuando es muy pequeño, de repente ya algo más mayor le dejas o lo hace… pues aquí tiene más riesgo de hacerse más daño, ya que hay cosas que no ha aprendido conforme sus habilidades han ido creciendo, él no sabe que apoyarse en una rama seca o a punto de caer no es una buena idea. Si eres una mamá/papá muy sobreprotector y de repente a los 18 le sueltas, el niño que ahora es un joven, no ha tenido la oportunidad de saber controlar su deseo del impulso, por lo cual caer en adicción a drogas, alcohol es bastante más fácil, ya que nunca han tenido la oportunidad de lidiar con sus propios límites.

-Puedes empezar desde que es un bebé: Hay algo que recomiendo mucho a las mamás y papás que es el tiempo suelo, es decir, poner a tu bebé en el suelo (asegurándote que está seguro, que no le pueda caer nada o que no haya animales o niños alrededor). Mientras está en el suelo pon juguetes u objetos que le interesen alrededor y deja que sea él quien los alcance, no se los des tú, deja que él elija lo que quiere y que se esfuerce por alcanzarlo. Obviamente esto adaptado a su edad y sus habilidades, se lo pones a la distancia en la que sabes que lo va a conseguir pero que deba esforzarse un poco.

-Confía en ti, sabemos más de lo que creemos pero muchas veces las voces de fuera no nos dejan actuar como nuestra intuición nos lo indica.

-Cada momento que haces algo por tus hijos estas perdiendo una oportunidad de enseñarles que ellos mismos lo pueden hacer. Los niños son mucho más capaces y fuertes de lo que creemos.

Y con este último punto retomo yo, a partir de los 6 meses un bebé ya tiene la capacidad de dormir por sí mismo, pero para lograrlo hay que proveerle el medio para que lo consiga de una forma segura en la que el apego no esté en juego. Si quieres que te ayude a conseguirlo puedes escribirme a: yadormimos@gmail.com.

¡Buenas noches!

(Hoy y siempre)

Tami