Sí… sigo hablando de las regresiones…. Ya que quizá aún no has vivido una de esas… ¡hasta ahora que llegaron los 18 meses!

Digamos que ya estabas muy feliz porque tu hija o hijo dormía sus 11 horas por la noche placenteramente, aceptaba con gusto su/s siesta/s… pero de repente… una noche... oyes que tu niña/o grita... ¡pero en serio!… y mientras sales de tu cama empiezan a pasar por tu cabeza una serie de preguntas: “¿Qué le pasa ahora si siempre duerme tan bien?, ¿Serán los molares de los 2 años? ¿Tendrá una infección de oído? ¿Le dolerá su pancita? O ¿Será porque ya que empezó a caminar (o correr)?

Y sí.. podría ser cualquiera de estas respuestas, o ¡¡¡Regresión de sueño!!!... Si has sobrevivido la de los 4 meses o la de antes del año de edad, ¡bienvenida/o al club de las regresiones! Y si ya le ha ocurrido anteriormente (cosa que le sucede a la mayoría) quizá te acuerdas de las señales:

• Resistencia a dormir
• Despertares nocturnos
• Las siestas se reducen (o son siestas desastre)
• Cambios en su apetito
• Cambios de comportamiento

¿Te parece conocido? ¿Te suena alguna alarma?

Por lo que hemos visto las semanas pasadas, una regresión de sueño es cuando tu bebé que usualmente duerme “del tirón” (para un niño/a de 18 meses esto es 11 horas de sueño ininterrumpido), y que de repente dejan de hacerlo. Es un cambio temporal, el cual puede durar entre 2 a 6 semanas. Y en la mayoría de los casos, tu niño/a volverá a dormir igual de bien una vez que la causa de esta regresión se haya estabilizado.

La causa de la regresión de sueño a los 18 meses

A esta edad pueden estar pasando muchas cosas, a todos nos sorprende cómo los niños son como unas esponjas, aprenden con una rapidez impresionante… y así es, tu pequeña o pequeño esta aprendiendo toda clase de nuevas habilidades: tomar en taza, usar una cuchara, elegir entre una actividad u otra, de repente descubre que ¡¡¡hay todo un mundo por descubrir!!!

Esto puede ponerle ansioso y que por tanto necesite estar más cerca de mamá y/o papá. Además está en la edad en la que pasa de dos a una siesta, probablemente tenga algún tema con los dientes… así que tooooodo esto puede afectar hasta el más dormilón o dormilona.

Otra cosa, y muy importante, tu pequeña o pequeño se está dando cuenta que puede opinar y que lo que opine importa, así que de repente te encuentras con una personita que elije no querer dormir, así como elije decir NO a muchas otras cosas que antes simplemente hacías en automático.

Consejos para ayudarte a llevar mejor esta regresión de los 18 meses

• Es temporal

El pensar en esto puede relajarte en esos momentos en los que tu pequeña o pequeño rechaza dormir la siesta. O en uno de esos despertares que ya hasta se te habían olvidado.

• Haz lo que puedas

Si tu hija o hijo es muy independiente, va a probar los límites, normal… Así que haz lo que puedas por animarle a dormir. Asegúrate de tener buenas rutinas de siesta y de ir a la cama por la noche.

• Asegúrate de que haga sus siestas

Quizá debas utilizar tu plan B: coche, carrito, etc. Pero haz todo lo posible porque haga su/s siesta/s. Recuerda, eso facilitará las cosas a la hora de ir a dormir por la noche.

• Comunícate con ella o con él

Recuerda que parte de esto es que está aprendiendo que es una persona diferente a ti y por tanto quiere reafirmarse como persona única, valida sus emociones a la vez que continuas con los límites para hacerle sentir segura o seguro. Recuerda, los bebés y los niños necesitan constancia.

Si después de unas semanas no ha regresado a su normalidad, visita a su pediatra para asegurarte de que no hay algún tema médico que pueda estar causando estos cambios de comportamiento.

Y como siempre si parece estar todo normal salvo que no logra dormir bien o si no sabes lo que es una regresión porque siempre ha dormido mal ¡puedo ayudarte! Escríbeme a yadormimos@gmail.com

¡Buenas noches!

(Hoy y siempre)

Tami

Las recomendaciones de este artículo son una adaptación del escrito por Kim West, LCSW-C, The Sleep Lady. www.sleeplady.com